ACEPTAR EL OTOÑO ACEPTAR EL OTOÑO Cuando atardece de pronto y las luces se duermen en las ramas hay que buscar a ciegas las lindes del camino. Cuando hay que volverse aceptando el otoño hay que hacerse paisaje con las hojas caducas que juegan en el aire antes de besar el suelo. Toda la luz entonces, toda la claridad posible, toda la esperanza es un débil candil en la conciencia. José Gilabert Ramos Nacen claridades todavía. Esdrújula ediciones, Granada 2019
Entradas
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
LA TARDE Y LA MONTAÑA Fotografía de Ricardo Chamorro Algo me han dicho la tarde y la montaña. ya lo he perdido. J orge Luis Borges Todo descansa cuando el sol de la tarde se ralentiza. Aquí sentado, mi corazón reposa sobre la hierba. En el silencio mi dolor enmudece como la noche. Si yo la miro se detiene la luna sobre mi casa. Todo es asombro. Esta luz de la tarde y este silencio. José Gilabert Ramos
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
JOSÉ INIESTA "UN TIGRE SIN SELVA" Dice José Iniesta que su poemario “Un tigre sin selva” es “teatro y poesía desde la misma sed” y, también, “hambre y palabra juntando los pedazos del cántaro de la vida”. A mi parecer, lo que ocurre es que en este libro el poeta pone el foco de su mirada en esos lugares terribles en los que el dolor y la desesperación abren una herida en la voz que canta la vida. Lo habitual es mirar para otro lado, apartar la vista hacia otros territorios más iluminados de la realidad. En estos versos el poeta mira como quien lleva el alma en los ojos y contempla el paisaje de la desolación como un juez que ha de ordenar el levantamiento del cadáver. Mirar desde el centro de la tragedia y nombrar el oscuro paisaje de las “cenizas que se vuelcan encima de las nieves del invierno”. Estos poemas nacen del temblor que enciende el abrazo compasivo a un tiempo que no sabe explicar sus naufragios. Iniesta vuelve a cantar la v
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
CORPUS CHRISTI Pan para todas las bocas. Pan caliente regado con aceite en la mesa compartida. Pan soñado y deseado en las horas del hambre del que huye con lo puesto. Pan de pan envuelto en celofán en la vitrina del súper. Pan duro, duro, que es mejor que ninguno. Pan caído, pan tirado, pan desperdiciado. Divino pan desnaturalizado. Pan adulterado, maltratado, suplementado. Cuerpo de cristo, candeal alimento en el calor de junio. José Gilabert Ramos Nacen claridades todavía. Esdrújula ediciones, Granada, 2019
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
CONSTANZA GONZÁLEZ FERRER RITOS DE PASO Una sorprendente reflexión poética sobre el desgarro y la belleza que acompañan los ritos de transición. SEPARACIÓN "Vísteme para el largo rito de los años. Aunque yo quiero coronarme con vistosas plumas, te empeñas en tejer mirtos en mi pelo por si el amor acude. Me adornas con tejidos vegetales, sin derramamiento de sangre; me preparas para que las abluciones nos devuelvan algo de pureza, aunque yo sólo aspire a disolverme en el agua como un puñado de cenizas. Haz con mi cuerpo lo necesario -lo que quieras- entrégalo a las fieras para su salvación." LIMEN. UMBRALES Y ZAGUANES "El cuerpo es un umbral, debajo todos los tránsitos, todos los incendios, con sus danzas y sus laceraciones. Bajo la carne desembocan como ríos las venas; más adentro, en los esteros del abdomen, cualquier préstamo es posible. La carne aceptará en su superficie trueques y casualidades. Azar para encontrar azar -ella lo sabe- tras el umbral pueden estar el p
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
PASO DE PEATONES Mal andamos si unas luces colgadas de un poste nos ordenan el paso. En esta jungla sin felinos solo rugen los motores, l a lluvia es ácida y los árboles están acomplejados. Aquí las noches son eternas, las mañanas no amanecen y los ríos nunca desembocan. La locura de una flor en el hueco de un bordillo es una acto de cordura en mitad del manicomio. A veces, sin querer, el sol asoma, asustado, por el hueco de una nube de anhídrido carbónico. Todo fluye inevitablemente, por eso nadie se detiene para mirar a alguien. La esperanza huele a humo, sabe a cieno, es de plástico y se para a descansar en los pasos de cebra. José Gilabert Ramos
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
SIGUE LLOVIENDO AFUERA SIGUE LLOVIENDO AFUERA. Sigue lloviendo afuera y en mi alma las aves son tan claras que amanecen como las altas cumbres de la nieve que me mostraste ayer tan dulcemente. Sigue lloviendo afuera con desgana como mis pasos tristes por la alcoba mientras mi alma sueña que es temprano y el frio es una estrella que se abre eufórica de luz para envolvernos. Sigue lloviendo afuera y la ventana es una carta urgente donde el agua envuelve su presente de nostalgias y su canción eterna de tristezas. Sigue lloviendo afuera inútilmente, a veces los desastres son presagios de alguna nueva paz que nos espera para borrar con besos la desidia de estarse tontamente envejeciendo como quien ve llover y no se asoma. Sigue lloviendo afuera y tú, silenciosa, ocupando mi alma. José Gilabert Ramos De “TU VOZ EN LOS PRONOMBRES" (Primer premio del Certamen de Poesía Villa de la Zubia. 1988)